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Puente de Toledo

Puente, construcción civil

Declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento desde 1956, el Puente de Toledo es una de las obras más representativas del barroco castizo madrileño. Fue construido entre 1718 y 1727 por el arquitecto Pedro de Ribera (1681-1742), que con este trabajo inició una fructífera serie de intervenciones urbanísticas y realizaciones arquitectónicas, encargadas por el Corregidor de la Corte, el marqués de Vadillo (designado en 1715), que le convirtieron en el autor más influyente en la arquitectura madrileña del momento.

La obra sustituye a varios puentes anteriores –los primeros de madera o ladrillo y los últimos de piedra–, realizados sucesivamente desde el siglo XV para facilitar la comunicación de Madrid con el sur, aunque su antecedente directo es un puente de piedra, erigido entre 1670 y 1677, que fue arrasado por una riada en 1680. Inmediatamente, en 1682, se encargaron nuevas trazas al maestro mayor de la Villa José del Olmo y comenzaron las obras con la intervención de los llamados maestros montañeses. El proyecto de este puente, de once ojos y aspecto herreriano muy similar al de Segovia, apenas llegó a materializarse, ya que distintos problemas administrativos provocaron la paralización definitiva de los trabajos en 1691, cuando apenas se habían conformado seis machones de una de las manguardias y se había iniciado la cimentación y el zampeado de otras dos cepas. Por ello, la rampa de la manguardia de Carabanchel presenta en su parte inferior unos materiales constructivos distintos a los del resto del puente, en concreto, mampostería de piedra caliza de Colmenar con verdugadas de ladrillo, mientras que todo lo demás se ejecutó después con sillares de piedra berroqueña (granito). Los trabajos permanecieron interrumpidos hasta 1715, año en el que el nuevo Corregidor decidió concluir definitivamente el puente, para lo cual recurrió a Ribera, que comenzó a intervenir en 1718 aprovechando lo ya construido.

Su actuación puede dividirse en dos fases, separadas por un breve periodo de interrupción: una primera, hasta 1719, en la que Ribera trabaja sobre lo ejecutado por los maestros montañeses y atendiendo a las consideraciones emitidas por el ingeniero militar Jorge Próspero Verboom y el arquitecto Teodoro Ardemans, maestro mayor del rey; y una segunda, de 1720 a 1727, en la que Ribera actúa con mayor libertad y siguiendo sus propios criterios artísticos. Aunque en 1724 las obras esenciales estaban prácticamente finalizadas, los remates no se ultimaron hasta 1727.
Entonces, el aspecto ofrecido por la nueva construcción difería sustancialmente del proyecto inicial de José del Olmo, ya que Ribera redujo de once a nueve el número de ojos, transformó los machones en bastiones semirculares con miradores e introdujo una vibrante y variada ornamentación barroca, muy distinta al severo clasicismo presente en los diseños originales. Entre estos nuevos elementos decorativos destacan cuatro fuentes (de las que sólo se conservan dos) situadas en los extremos de las manguardias, dos exuberantes torrecillas colocadas en el inicio del puente por el lado de Carabanchel y, sobre todo, dos magníficos templetes ubicados en el centro, sobre el pretil, que dan cobijo a sendas esculturas de San Isidro Labrador (patrón de Madrid) y de su esposa Santa María de la Cabeza –talladas entre 1722 y 1723 por Juan Alonso de Villabrille Ron–, santos bajo cuya protección se puso esta singular obra civil.

A lo largo de sus siglos de historia en el Puente de Toledo se han realizado múltiples intervenciones; algunas para completar elementos inacabados o perdidos, otras para reformar su entorno, y muchas más con el fin de paliar el progresivo deterioro sufrido por el paso del tiempo. Así, en 1755 Juan Bautista Sachetti colocó ocho remates nuevos que faltaban y terminó, en colaboración con el cantero Pedro Pol, las fuentes de las entradas. Poco después, en 1785, Joseph Salcedo realizó los paseos del entorno y ya en el siglo XIX, concretamente entre 1829 y 1831, Custodio Moreno restauró los antepechos. Pero será en el siglo XX cuando se lleven a cabo las restauraciones más importantes, destacando entre todas ellas las actuaciones de los años 50-60 y, especialmente, la restauración y consolidación realizada entre 1992 y 1997 por el Departamento de Conservación de Edificios del Ayuntamiento, bajo la dirección de José María Sanderrubias y Alberto Arias Horas. Asimismo, debe recordarse que a partir de la creación en 1974 de la vía de circunvalación M-30, la circulación rodada de vehículos se desvió por dos pasarelas auxiliares, quedando el puente con un carácter exclusivamente peatonal. Después, con motivo de las obras de soterramiento de la misma M-30, ejecutadas entre 2004 y 2007, el puente tuvo que ser parcialmente cubierto con una malla protectora, para evitar desperfectos.

La última intervención que ha sufrido el puente ha sido la operación MADRID RIO, que afecta al mismo elemento especialmente en sus vanos laterales cuyos tajamares quedan ocultos y a la pérdida de percepción del elemento como puente ya que el agua solo transcurre en los tres ojos centrales, circunstancia que ya se producía en anterior reforma de la M-30.

Autores

RIBERA, Pedro de (Arquitecto)

Fecha

1718

  • ECIJA, María Ana y GARCÍA, Reyes: Catálogo de la exposición "Postales antiguas de Madrid". Madrid: La Librería, 1999
  • AA.VV: Catálogo de la Exposición: Album. Madrid: Museo Municipal de Madrid, 1989
  • AA.VV: Catálogo de la Exposición: Alois Beer. Un viaje fotográfico por la España de 1900. Madrid: Museo Municipal de Madrid, 1999
  • GEA ORTIGAS, María Isabel: Guía del patrimonio cultural de Madrid. Madrid: La Librería, 2000
  • AA.VV: Hacia el Madrid del 2000. Memoria de gestión 1995-1999. Madrid: Ayuntamiento de Madrid. Area de Obras e Infraestructuras, 1999
  • RINCÓN LAZCANO, José: Historia de los monumentos de la Villa de Madrid. Madrid: Imprenta Municipal, 1909
  • MONTOLIU CAMPS, Pedro: Madrid 1900. Madrid: Silex, 1994
  • MONTOLIU CAMPS, Pedro: Madrid. Villa y Corte. Madrid: Silex, 1997
  • BAZTÁN VERGARA, Francisco: Monumentos de Madrid. Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 1959
  • CORELLA SUAREZ, Pilar: Los puentes de Segovia y Toledo. Puentes Históricos de Madrid, Madrid: La Librería, 2004, pp. 19-26
  • VERDÚ RUÍZ, Matilde: El Puente de Toledo: un hito brillante en la aportación del arquitecto Pedro de Ribera. Anales del Instituto de Estudios Madrileños, tomo XXXIII, 1993, 55-71
  • PESCADOR DEL HOY, María del Carmen: Fraude en el Puente de Toledo (1673-1680). Anales del Instituto de Estudios Madrileños, tomo VII (II), 1970, 85-113
  • JUBERIOS OCHOA, Mariano: Rio Manzanares. Museo Municipal de Madrid, tomo I, 1978, 283-300
  • NAVASCUES PALACIO, Pedro: Trazas de Gómez de Mora, Olmo Ardemans, Ribera y otros arquitectos, para el puente de Toledo en Madrid. El Viso, nº 26, 1968, 52-67
  • PLANOS: Ayuntamiento de Madrid, Artes Conde Duque,
  • PROYECTO DE OBRAS DE RESTAURACIÓN Y LIMPIEZA DEL PUENTE DE TOLEDO (1º FASE): REINTEGRACIÓN DEL PAVIMENTO ORIGINAL DEL TABLERO SOBRE ARCOS: ROLDÁN PASCUAL, Joaquín. Jefe de Sección: Sección de Patrimonio Histórico-Artístico, Ayuntamiento de Madrid, Papel, 2.844.605,89 Pts, 01/12/1981, Copia, Artes Gran vía -planta-,
  • PROYECTO DE OBRAS DE RESTAURACION Y LIMPIEZA DEL PUENTE DE TOLEDO ( 2ºFASE): REINTEGRACION DEL PAVIMENTO ORIGINAL DEL TABLERO SOBRE ARCOS: ROLDÁN PASCUAL, Joaquín. Jefe de Sección: Sección de Patrimonio Histórico-Artístico, Ayuntamiento de Madrid, Papel, 4.976.424 Pts, 01/02/1982, Copia, Artes Gran vía -planta-,
  • PROYECTO DE RESTAURACIÓN DEL PUENTE DE TOLEDO: RIVERO VÁZQUEZ, Manuel. Jefe de Sección: 15/04/1991 - Restauración, PUENTE DE TOLEDO, Artes Conde Duque catalogado A.V., Sección de Estética Urbana y Conservación de Monumentos, U.T.E. Ortiz y Cía,S.A-CONDISA-ASTINCO,S.A., Ayuntamiento de Madrid, 01/11/1990, Copia, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • ESTUDIO DE LA DEGRADACIÓN DE LOS MATERIALES PETREOS EN EL PUENTE DE TOLEDO PARA SU RESTAURACIÓN: MINGARRO MARTÍN, Francisco. Facultad Ciencias Geológicas. UCM y FORT GONZÁLEZ, Rafael. Facultad de Ciencias Geológicas. UCM: Ayuntamiento de Madrid, 01/03/1992, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • PROYECTO DE LIMPIEZA, RESTAURACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL PUENTE DE TOLEDO: MARTÍN ARTOLA, Heliodoro. Jefe de Sección: 11/03/1996 - 11/10/1996. Restauración, INVENTARIO 940, LEGAJO 49 / INVENTARIO 940 LEGAJO 54 / INVENTARIO 940 LEGAJO 76 / INVENTARIO 940 LEGAJO 298, Artes Gran vía -planta-, Sección de Conservación de Edificios Protegidos y Monumentos, CONDISA. Compañía Internacional de Construcción y Diseño, S.A., Fundación Caja Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 150.000.000 Pts, 01/01/1996, Copia, Artes Gran vía -planta-,
  • PROYECTO DE RESTAURACIÓN. SEGUNDA FASE: MARTÍN ARTOLA, Heliodoro. Jefe de Sección: Restauración, 69.999.998 Pts, (17-M-1996), Artes Conde Duque, Sección de Conservación de Edificios Protegidos y Monumentos, U.T.E. Ortiz y Cía,S.A-CONDISA-ASTINCO,S.A., Fundación Caja Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 01/10/1996, Copia, Artes Conde Duque,
  • PROYECTO COMPLEMENTARIO DE RESTAURACIÓN DE LOS TEMPLETES: MARTÍN ARTOLA, Heliodoro. Jefe de Sección: 01/01/1996 - Restauración, 33.621.739 Pts, INVENTARIO 940 LEGAJO 86 / INVENTARIO 940 LEGAJO 50, Artes Gran vía -planta-, Sección de Conservación de Edificios Protegidos y Monumentos, J. Fernández Molina, S.A., Ayuntamiento de Madrid, 01/09/1995, Artes Gran vía -planta-,
  • FOTOGRAFÍAS: Papel, 01/01/1996, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • FOTOGRAFÍAS: Papel, 29/11/1997, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • INFORME SOBRE LOS TRABAJOS A REALIZAR PARA LA RESTAURACIÓN DEL PUENTE DE TOLEDO EN MADRID: MINGARRO MARTÍN, Francisco. Facultad Ciencias Geológicas. UCM: Ayuntamiento de Madrid, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • SEGUNDO INFORME DE CONTROL TÉCNICO DE LAS LABORES DE RESTAURACIÓN DE LAS TORRES DEL PUENTE DE TOLEDO: GARCÍA DE MIGUEL, José María. Catedrático de Mineralogía y Petrología. E.T.S.Ing. Minas. UPM: Ayuntamiento de Madrid, 06/07/1995, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • INFORME TÉCNICO FINAL DE LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DEL PUENTE DE TOLEDO: GARCÍA DE MIGUEL, José María. Catedrático de Mineralogía y Petrología. E.T.S.Ing. Minas. UPM: Ayuntamiento de Madrid, 29/07/1999, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • FOTOGRAFÍAS: Papel, 01/01/1998, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • PROYECTO DE OBRAS DE CONSOLIDACIÓN EN EL PUENTE DE TOLEDO: TEMPLETES, PINÁCULOS Y FUENTES: Incluye detalles de templetes y pináculos, Ayuntamiento de Madrid, 01/02/2004, Copia, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • LEVANTAMIENTO FOTOGRAMÉTRICO: Ayuntamiento de Madrid, Papel, 01/12/1995, Copia, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
  • PROYECTO DE COLOCACIÓN DE PLACAS DE INFORMACIÓN EN LOS MONUMENTOS: MARTÍN ARTOLA, Heliodoro. Jefe de Sección: 01/03/2001 - 31/05/2001. 7.298.683 Pts, INVENTARIO 940 LEGAJO 398, Artes Gran vía -planta-, Plano del monolito soporte de las placas. Alzados y plantas, Sección de Conservación de Edificios Protegidos y Monumentos, J. Fernández Molina, S.A., Ayuntamiento de Madrid, 7.383.594 Pts, 31/05/2000, Copia, Artes Gran vía -planta-,
  • RESTAURACIÓN DE LOS DOS TEMPLETES CENTRALES Y COLOCACIÓN DE NUEVOS PINÁCULOS: GONZALEZ VALCARCEL, José Manuel: 01/01/1956 - PRENSA, Artes Conde Duque catalogado A.V., Ayuntamiento de Madrid,
Descripción formal

El Puente de Toledo, espléndida creación del barroco español en las primeras décadas del siglo XVIII, está compuesto por nueve ojos, de 11,15 m de luz, formados por sendos arcos de medio punto que se prolongan, en sus correspondientes bóvedas de cañón, para generar un tablero de 9,45 m de ancho por 180 de largo. En sus dos accesos el puente dispone de una manguardia de 35,50 m de anchura, que en el extremo sur, por el lado de Carabanchel, se prolonga en una gran rampa de 125 m de longitud. Cada arco se apoya en potentes machones ejecutados en forma de bastiones semicilíndricos, también presentes en las manguardias, que se coronan con miradores desde los que se tienen amplias y hermosas perspectivas del río y la ciudad, lo que convierte el recorrido por el puente en un agradable paseo. 

Gracias a esta composición estructural y a este concepto urbano, que modificaron radicalmente el primer proyecto de José del Olmo, Ribera proporcionó a su obra la apariencia de una robusta y monumental muralla, dotada sin embargo de gran plasticidad y dinamismo mediante una equilibrada combinación de líneas, perfiles y volúmenes rectos y curvos. Esta actitud barroca se vio reforzada a partir de 1720, cuando el arquitecto, alejándose de la sobriedad clasicista presente en sus trazas de 1719 –donde los únicos adornos eran esferas herrerianas, esquemáticos modillones y sencillos escudos–, incorporó una gran variedad de ornamentos en la parte superior del puente (molduras, relieves, aletones, gárgolas y jarrones), que contribuyeron a incrementar aún más su riqueza decorativa. 

Paralelamente, también diseñó y ejecutó diversos elementos excepcionales –realizados, como casi toda la construcción, con sillares de piedra berroqueña–, entre los que sobresalen los dos abigarrados templetes centrales, las dos suntuosas torrecillas del extremo sur y las cuatro llamativas fuentes de las manguardias. Todos ellos fueron concebidos como hitos verticales de profusa ornamentación, que debían compensar la dominante horizontalidad de la estructura, y en su conjunto constituyen una muestra muy representativa del estilo barroco madrileño y, particularmente, del lenguaje arquitectónico de Pedro de Ribera. 

Los templetes casi gemelos, que albergan las esculturas de San Isidro y Santa María de la Cabeza, se asientan sobre un ensanchamiento del pretil, alcanzando unas dimensiones de 6,50 x 3,60 x 1,80 m. Ambos se apoyan sobre dos pilares compuestos, con cuatro estípites adosados que rematan en cabezas de niños, de cuya base parten dos volutas coronadas por jarrones. La cubierta consta de un dosel, flanqueado por dos niños, encima del cual se abre una cartela con escudos de piedra caliza. Completan el frontón varias volutas, hojarascas y motivos diversos, situados bajo una corona real, que conforman una auténtica filigrana donde arquitectura y escultura se funden, de un modo similar a como sucede en las mencionadas torrecillas y fuentes. Las primeras, de aspecto igualmente exuberante e inscribibles en un volumen cuadrangular (de 2,20 m de lado por 15,00 de altura), funcionaron originalmente como arcas cambijas, es decir, depósitos elevados para recibir y distribuir el agua. Cada una de ellas consta de dos cuerpos, coronados por un chapitel acampanado y una aguja bulbosa: el inferior se articula mediante columnas de orden compuesto y fuste fajado, y el superior con estípites exentos dispuestos al sesgo, que enmarcan cuatro representaciones de fuentes de taza, sobre los cuales reposan aletones adornados con jarrones similares a los del pretil. A todo ello se superponen plaqueados, molduras, rosetones, cartelas y modillones. 

En los bastiones de la otra manguardia, la que da a la Puerta de Toledo, se conservan dos de las cuatro fuentes de granito que Ribera diseñó para completar la ornamentación. La imagen de estas fuentes también resulta muy original y sugestiva gracias a su diseño fluido y dinámico, inequívocamente barroco, que se refleja tanto en el pilón, de forma cuadrilobulada o de crucero de iglesia (con unas dimensiones de 0,65 x 3,20 x 3,20 m), como en el árbol central, concebido como un gran balaustre o columna compuesta (de 2,50 x 1,00 x 1,00 m). Esta pieza se asemeja a un tronco rugoso interrumpido en el centro por un anillo bulbiforme, decorado con motivos florales y bustos de seres alados, del que parten cuatro caños que vierten sobre el pilón inferior. Remata el conjunto una taza achaparrada con pequeño chorro central. 

Muy próxima a una de estas fuentes, en el pretil derecho del acceso desde la glorieta de Pirámides, se encuentra una lápida rectangular de mármol (con unas dimensiones de 0,30 x 0,45 x 0,02 m), donde puede leerse la siguiente inscripción, grabada con letras incisas, que conmemora la terminación de las obras de restauración realizadas entre 1992 y 1997: SE TERMINARON LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN / DEL PUENTE DE TOLEDO / PATROCINADAS POR LA FUNDACIÓN CAJA MADRID / SIENDO ALCALDE DE MADRID EL EXCMO. SR. / D. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ DEL MANZANO / Y LÓPEZ DEL HIERRO / 17 DE NOVIEMBRE DE 1997.
Tras estas obras el puente se ha visto afectado por las obras de MADRID RÍO finalizadas en 2011 y que han modificado el gálibo de los arcos laterales del puente en aras de dotar de cota suficiente a los túneles de tránsito rodado construidos bajo ellos. Los tajamares laterales quedan enterrados bajo el pavimento y en éste se desarrolla el proyecto paisajístico de MADRID RÍO que ha eliminado totalmente el paso de vehículos en todo el recorrido de este tramo del río.

Han sido restaurados los elementos decorativos de la coronación del puente, florones y remates deteriorados.

Dimensiones

14,00 x 9,45 x 180,00 m.

Materiales

Pétreo, granito, caliza; y cerámico, ladrillo.

Propiedad

Municipal.

Ficha en formato PDF

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