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Intervención en las Ruinas de la Ermita de San Isidoro

Durante los últimos meses de 2018 se ha procedido a una intervención con criterios de conservación correctiva.

Historia

Si algo caracteriza al Retiro es la variedad jardinística que alberga: jardines a la andaluza, jardines franceses, la rosaleda, los planteles… Pero de entre ellos destaca el jardín pintoresco donde se colocaron una serie de “caprichos” o “folies” para uso y disfrute de la realeza. Como en buen jardín pintoresco que se precie no podían faltar unas ruinas que evocasen el pasado. En muchos casos eran falsas ruinas cubiertas de vegetación que buscaban un aire romántico en el  entorno. En el caso del Retiro las ruinas que posee junto a la montaña artificial, son auténticas ruinas románicas y no fruto de un falso capricho romántico. Se trata de las ruinas de la ermita de san Isidoro, situada originariamente extramuros de la ciudad de Ávila. Los restos fueron vendidos en 1876 dentro del proceso de la desamortización tras  haber pasado por diferentes propietarios El Estado decidió en 1894 exponerlas en el jardín del nuevo edificio destinado al Museo Arqueológico Nacional. Pero un informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desaconsejó la ubicación de la misma en este lugar, puesto que el imponente edificio del Museo “colisionaría visualmente” con la pequeña ermita, y finalmente las ruinas fueron cedidas al  ayuntamiento de Madrid “para que los coloque en algún paseo público… con el fin de que puedan servir de recreo al vecindario de Madrid y de estudio a la juventud que se dedica al estudio de las Bellas Artes”. El lugar elegido fue el Reservado Chico del parque del Buen Retiro. Esta ubicación obedecía a los preceptos establecidos por el Estado, ya que en este lugar el conjunto de ruinas podría ser estudiado en su totalidad por cualquier persona interesada en el arte románico.  De esta manera, integradas en el jardín paisajístico del Buen Retiro, las ruinas pasaron a ser el único ejemplo de románico en su conjunto, del cual podían disfrutar los madrileños. Ya que la historia de Madrid y los devenires históricos hicieron que el mudéjar fuese el estilo predominante en la Edad Media madrileña.

Tras la sucesión de desmontajes, traslados y pérdidas de piezas, en 1.998 se ejecutó por parte del Ayuntamiento de Madrid una intensa intervención de restauración del conjunto, advirtiéndose que las ruinas estaban montadas sobre los muros de azogue que formaban parte de edificios relacionados con la actividad de la Real Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro. Ya en dicha intervención se comprobó la existencia de morteros de cemento en las llagas de unión de piezas cerámicas, que habían provocado el consiguiente deterioro por presencia de sales y cuya composición y dureza hacían inviable el desmontaje siquiera parcial.

Características de la intervención

Durante los últimos meses de 2018 se ha procedido a una intervención con criterios de conservación correctiva, que ha consistido en la eliminación cuidadosa de las juntas deterioradas o de función perdida cuyo estado lo permitía, rejuntando y retacando tanto juntas como grietas y fisuras, se han renovado las piezas cerámicas dañadas o desaparecidas de la cubierta del ábside, se ha realizado un hidrofugado integral del conjunto y se ha ejecutado un drenaje perimetral que permita alejar lo más posible el agua de lluvia de los basamentos del conjunto. Se ha reparado también el borde exterior de la noria con ladrillo macizo de tejar compatible con los restos originales, y se ha repuesto las pérdidas de material del solado de la zona superior.

Se encuentra en proceso el estudio y la redacción de un proyecto de entorno que permita reducir al máximo la necesidad de riego, informe adecuadamente de la historia y relevancia del monumento y lo proteja mediante barreras, sutiles pero eficaces, de los daños vandálicos.

Periodo de ejecución: diciembre-enero 2019.

Presupuesto: 82.193 .

 

Ruinas de la ermita de San Isidoro

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