El solar que ocupa este inmueble se corresponde aproximadamente con el del desaparecido Parador de Barcelona, un antiguo mesón muy popular entre los arrieros, hasta el punto de denominarse como plazuela de la Paja al ensanche que formaban la unión de la calle del Caballero de Gracia con la desaparecida de San Miguel, por descargarse aquí el heno destinado a las caballerías. Al no haber aparecido en el Archivo de Villa el expediente correspondiente al edificio actual sabemos muy poco del mismo, más allá de que en un primer momento según informó la revista Blanco y Negro en 1917 el propietario del solar, el banquero Juan Manuel de Urquijo y Ussía marqués de Urquijo , pensó en levantar un teatro, que habría anticipado el destino de la nueva avenida como calle del espectáculo; aunque al final lo destinó a sede de su casa de banca, que según la revista La construcción moderna fue encargada al arquitecto José María Mendoza Ussía al mismo tiempo que el edificio colindante trazado en colaboración con José de Aragón Pradera, por lo que podemos suponer que también intervendría en éste.
Estilísticamente, es uno de los edificios más avanzados del primer tramo de la nueva calle, siguiendo a menor escala los patrones de la arquitectura de oficinas norteamericana, donde los vanos acristalados se amplían hasta casi hacer desaparecer los muros, reducidos en este caso a esbeltísimas pilastras almohadilladas que recorren toda la altura del inmueble; aunque señalando la canónica división tripartita en basamento, cuerpo principal y remate de coronación, mediante un gran balcón corrido volado sobre potentes ménsulas y cerrado por balaustrada pétrea a la altura del piso principal, y dos cornisas que enmarcan la tercera planta, la inferior interrumpida por el vuelo de unos curiosos capiteles de influencia Sezession, y la superior corrida sobre esbeltas ménsulas de perfil cóncavo muy tendido; coronándose el conjunto con dos torreones que flanquean la terraza creada al retranquear el ático hasta la segunda crujía, como señalaba la ordenanza.
A esta división en horizontal responde en vertical una alternancia de bandas estrechas y anchas siguiendo un ritmo A B C B A, donde las primeras presentan balaustradas pétreas en todos pisos (exceptuados entresuelo y ático), mientras las segundas se cierran con elegantes barandillas metálicas que acentúan aún más la ligereza de los paños acristalados. El alzado trasero presenta una traza muy similar, aunque por razones de normativa, se redujo su altura y el vuelo de cornisas y balcones.
A pesar de que aparentemente su fachada principal presenta un excelente estado de conservación, hay que lamentar la reducción del vuelo de la cornisa de remate con la consiguiente mutilación de las ménsulas de soporte, seccionadas sin demasiadas contemplaciones , así como la pérdida de la decoración de los torreones de remate, que carecen de las cornisas y la balaustrada que los coronaba, sustituida como en la terraza intermedia entre los mismos por una barandilla de cerrajería que imita la de los pisos inferiores; mientras que en la fachada trasera ha desaparecido la molduración de la cornisa superior. Además, en la actualidad ha sido completamente vaciado para su reestructuración, según un proyecto del arquitecto Gonzalo Echenique Castillo para su nuevo propietario, la entidad financiera Caixanova.