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Viviendas y oficinas para Juan Miralles Sesé

fotoJN

Este edificio conforma una de las perspectivas características de este tercer y último tramo de la Gran Vía.
El proyecto de su construcción es del arquitecto Angel Laciana, data de enero 1931 y su promotor fue D. Juan Miralles Sesé.
El solar, de singular emplazamiento en chaflán, ocupaba 412 m2 del nuevo trazado. La distribución de la edificación se resolvió en planta sótano con destino para instalación de calefacción y dependencias de las tiendas de planta baja de uso comercial, accesos y portería; un entresuelo concebido como espacio diáfano y siete plantas superiores de distribución idéntica y divididas en dos viviendas por planta. La planta superior, de azotea como se describe en el proyecto, se destina a una sola vivienda.
El edificio tiene un patio central trapezoidal manteniendo la configuración de la parcela y otro menor mancomunado con el edificio medianero.
La estructura, como fue habitual en esta época, es de hormigón en sótano y entramado metálico en plantas superiores. Sus fachadas de "ladrillo de mesa y piedra blanca…" según reza en la memoria del edificio, único documento que se conserva. Al no haber sufrido importantes reformas posteriores no se han levantado planos como en otros casos cuando se da esta circunstancia.
La composición de fachadas, ecléctica, sigue en los detalles pautas de arquitectura tradicional con detalles de huecos curvos, recercados y balaustres clásicos, aunque apunta un esquema racionalista en dimensionado y posición de estos huecos. Se resaltan en el plano de fachada los cuerpos de miradores, tanto el del chaflán como el que compone el remate del edificio con su medianero, tanto en fachada principal como trasera a calle de La Flor Baja dejando entre sí planos en los que se abren huecos de variada factura. El conjunto completo de la manzana es de un gran interés urbano y paisajístico que al haberse construido en los primeros momentos del planeamiento de este tercer tramo, figuran en abundante documentación gráfica de los años 30 y posteriores resaltando su torreón a modo de proa que aún hoy, con la colmatada edificación actual, destaca como auténtico hito urbano.

Como en otros edificios de este tramo se singularizan los paramentos con elementos horizontales de cornisas y balconadas corridas significando tanto el arranque de los cuerpos volados como el remate de los distintos planos en que se va acomodando la fachada a la alineación de la parcela.
La coronación del edificio consta de estancias habitables sobre los cuerpos volados descritos y grandes terrazas en las que persisten los elementos verticales de cerramiento inferiores como pilastras que limitan el plano vertical de las mismas. El singular remate en templete aporta peculiaridad a esta esquina de gran visibilidad y perspectiva en el tramo final de la calle.
Como en tantos otros edificios de este tramo y en general de esta calle, la planta baja se encuentra muy transformada a causa de la implantación comercial, siendo singular en este caso la modificación del portal de acceso que ha sido sustituido por un estrecho hueco para dar cabida a un inadecuado y antiestético local comercial. Queda sin embargo intacta la disposición de núcleo de escaleras con espaciosos corredores de grandes piezas de mármol, altos zócalos de mármol con recercados en distinto color y molduras doradas, cuidada cerrajería de diseño geométrico art decó y buenas carpinterías.

En fechas posteriores a la construcción del edificio existen referencias en el Colegio de Arquitectos de actuaciones ejecutadas en él, entre las que destacan un proyecto para "carbonera" cuya singularidad reside en que lo ejecuta Pascual Bravo, destacado arquitecto con obras notables, lo que permite pensar en la disponibilidad de un arquitecto señero para todo tipo de encargos; hay además varias referencias de tiendas hoy desaparecidas de entre las que destacaría la instalación del Banco de Bilbao en el local de esquina, proyectada por Pedro Bidagor en el año 1951, modificado después en 1971 por Luis Angoloti Apolinario, uso que persiste con otra fisonomía.

El arquitecto autor del proyecto inicial Angel Laciana García construyó posteriormente destacados edificios de viviendas de marcado estilo racionalista y arquitectura muy notable, algunos de ellos en el cercano barrio de Argüelles para la sociedad Ajo y Morales y curiosamente, como en este caso, en solares en chaflán. Fue autor del singular cine Espronceda, también racionalista, en la calle Alonso Cano que fue demolido hace varios años. El edificio que nos ocupa, podría considerarse su digno antecedente; en resumen, una obra de juventud que evoluciona en décadas posteriores al racionalismo madrileño más característico.

Datos de localización y contacto

Viviendas y oficinas para Juan Miralles Sesé
Dirección
Calle  FLOR BAJA,  2  MADRID 
Madrid
España
Barrio / Distrito
PALACIO / CENTRO
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Uso y funciones
FunciónPrivado Residencial y Oficinas
Tipo accesoRestringido a su función
02057_3, Construcción Banco Bilbao
SignaturaLibro de Registro 7
ProcedenciaServicio Histórico COAM
Fechas1951
AutoresPedro Bidagor Lasarte
02057_1, Memoria del proyecto
SignaturaAVM: 41-287-10
ProcedenciaArchivo de Villa de Madrid
Fechas1931
AutoresÁngel Laciana García
02057_2, Proyecto carbonera
SignaturaLibro de Registro 2
ProcedenciaServicio Histórico COAM
Fechas1941
AutoresPascual Bravo Sanfeliu
02057_4, Reforma. Banco de Bilbao
SignaturaLibro de Registro 7
ProcedenciaServicio Histórico COAM
Fechas1971
AutoresLuis Angoiti Apolinario
Otra documentación

AVM: 41-287-10

  • Actuación inicial : Laciana García, Ángel : 1931 (P) 1931 (O)
PGOUM
Catalogación y Normativa
CatalogaciónNivel 2. Estructural
Norma zonal.Grado.Nivel1.5
Otros datos
Protección Patrimonio HistóricoSin protección
Propiedad/TenenciaParticular e Instituciones

Ficha en formato PDF

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