Entrada al arroyo de Antequina

Las construcciones híbridas entre puertas y puentes que festonean los bordes tapiados de la Casa de Campo, integradas sobre todo por las de los arroyos Meaques, Prado del Rey y de la Zorra, tienen su más complejo y completo ejemplo en los accesos, por los confines de poniente, del arroyo Antequina y su entorno inmediato, comprendiendo tres elementos indispensables en lo que puede considerarse la más importante agrupación surgida de las corrientes fluviales que atraviesan el parque en dirección oeste-este buscando la afluencia al río Manzanares: las rejas de entrada al propio arroyo Antequina, las rejas de su afluente próximo (el arroyo de Civiles) y las viejas tapias situadas entre ambas embocaduras, debiendo contemplarse conjuntamente por sus analogías conceptuales, tratamiento técnico y plástico de la obra arquitectónica de piedra y ladrillo, origen proceden en general de 1768- y autoría, atribuida la de ambas rejas a Francisco Sabatini, mostrando, a la sazón, todos aquellos indicadores de diseño que desarrollara el genial arquitecto e ingeniero de la Casa Real en el proyecto de las obras civiles y de ingeniería hidráulica (puentes y acueductos, puertas y rejas sobre cursos de agua, etc.) que caracterizan el parque, el cual recoge un homogéneo corpus constructivo, levantado todo él a iniciativa de la realeza y que forma parte de uno de los más interesantes e ignorados capítulos de la actividad de Sabatini en Madrid.
La entrada del arroyo Antequina hacia la Casa de Campo en los bordes noroccidentales de las tapias y en sus históricos límites septentrionales configura, en áreas situadas entre la demarcación de Pozuelo y el barrio o colonia de Somosaguas, la frontera de paso de esta importante vía de agua que constituye el más predominante conjunto de las Rejas. Tiene lugar muy cerca del acceso a su pequeño afluente, también tratado como apéndice de las tapias occidentales del parque en una zona que, no sólo se identifica por la hermosa agrupación de puertas y rejas, sino que está plagada de otros elementos no exentos de interés técnico y artístico, como puentes y acueductos, además de reconocibles fragmentos de las cercas del recinto, tal que el extendido entre ambas entradas (al Antequina y a Civiles).
Las rejas se encuentran en la línea del resto que protege los cauces de la Casa de Campo en las diversas puertas de acceso a los mismos, con unas construcciones sobre el cerramiento previstas para la protección de la propiedad, permitiendo el paso de las aguas provenientes de las riadas y controlando la retención de desechos y deterioros en sus fronteras, en tanto que la tapia intermedia, que completa una unidad inseparable de esta referencia arqueológica de las lindes occidentales del cerramiento de la Casa de Campo, es uno de los fragmentos de la delimitación del secular parque más antiguo conservado pese a su deteriorado estado, aunque parece mantener sus dimensiones y trazas originales. El tramo enlaza en dirección norte con el muy reparado que se desarrolla en paralelo a la carretera de Pozuelo.
Datos de localización y contacto
- Dirección
- PARQUE CASA DE CAMPO, 0 MADRID
- Madrid
- España
Descripción formal
La entrada al arroyo Antequina es una puerta abierta sobre la tapia occidental de la Casa de Campo, tratada con un elemental hueco bajo arco sobre el muro de ladrillo según el habitual modo tectónico de Sabatini para las tapias del parque y construida con objeto de eliminar los desechos y dar paso a las aguas de riadas en la frontera de la antigua propiedad de la realeza. Consiste en realidad en una secuencia de vanos en arco provistos de portones cancelados por gruesas rejas de hierro forjado, conjunto muy reparado a lo largo de su historia por las sucesivas riadas sufridas.
Tres arcos muy rebajados resueltos con dovelado de ladrillo a sardinel (más elevado el central en una franja de vallado de mayor altura que el vallado general contiguo, siendo más pequeños y estando cegados los dos arcos laterales) configuran una de las puertas de mayor interés y factura plástica, cuando menos por su espectacular impacto, del borde occidental de la Casa de Campo.
La ejecución de los machones sigue la normal forma constructiva del cerramiento del parque en orden a pautas de influencia mudéjar de discreto y sobrio porte, con paños de mampostería de piedra entre verdugadas de ladrillo culminados en trazados rectilíneos rematados por albardillas corridas igualmente pétreas y en sección a dos aguas de leves pendientes; se refuerzan con ocho contrafuertes o tajamares a ambos lados o frentes de la cerca, con un tratamiento similar al de la tipología tradicional de los tajamares de puentes y en acordancia a los tipos desarrollados por Sabatini en puertas y puentes de la red hidráulica de la Casa de Campo, obras de ladrillería sobre bases cilíndricas y prismáticas de base triangular en sendos flancos del muro y culminadas por cuerpos cónicos y apiramidados (similares a los del puente de la Agachadiza y los puentes del Batán y del Álamo Negro, al modo también observado en las puertas de las rejas del arroyo Meaques y del arroyo de Prado del Rey y peor conservadas en la puerta del arroyo Rodajos)
El paso de un pequeño arroyo afluente del Antequina, el de Civiles, con sus interesantes rejas, se encuentra muy deteriorado por las riadas, habiendo subido el nivel de suelo debido a los acumulados depósitos arrastrados por aquéllas, y por la negligencia en su conservación y mantenimiento, de forma que sólo queda visible la zona peraltada superior y los arranques de sus huecos en arco. Se trata de una actuación sobre las tapias de cerramiento a modo de puente ligeramente recrecido con suaves inclinaciones en su centro y provisto de tres arcos de ladrillo muy rebajados en sucesivos sardineles, de porte similar a las puertas principales del Antequina y que tiene una pequeña basa horizontal superior que sería probable apoyo de una desconocida escultura. Entre los tres arcos se alzan dos contrafuertes con sendos frentes, uno resuelto en machones masivos de refuerzo y el opuesto con tajamares similares a los descritos, rubricando así el conjunto de una composición de apariencia similar a la de las puertas del arroyo principal.
La tapia entre los accesos a ambos arroyos seguía sin restaurar en los últimos tiempos, por lo que su trazado y tectónica pueden considerarse ejemplos inalterados del tipo original en el cerramiento del parque, compuesto según el escueto modelo de factura mudéjar de machones y verdugadas de ladrillo y paños de mampostería de piedra cogida con mortero de cal, cubierto por albardilla superior corrida de granito de 75 cm de ancho.
Dimensiones
Acceso del arroyo Antequina:
Altura media general: 3,50 m aproximadamente; altura del cuerpo central: 4,30 m.
Longitud entre machones o contrafuertes extremos: 21,00 m aproximadamente.
Espesor: 0,75 m.
Acceso del afluente del arroyo Antequina:
Altura en los bordes laterales: 3,00 m; altura central: 4,00 m.
Longitud total: 13,50 m.
Espesor: 1,10 m.
Tapia entre la reja del Antequina y la reja de su afluente:
Altura media: 3,00 m.
Espesor medio: 0,60 m.
Materiales
Cerámico (ladrillo), metálico (hierro forjado), pétreo (granito y caliza), mortero de cal.
Propiedad
Municipal