Patrimonio cultural y paisaje urbano

Se trata de una de las obras mas lógicas, claras y estudiadas de Juan Bautista Lázaro, encargado por Congregación de Religiosas de Loreto, el arquitecto desarrolló en este edificio criterios renovadores, tanto constructivos, racionalistas y sobrios, según demuestra la delicada disposición del aparejo de ladrillo visto con decoraciones en el mismo material, o estructurales, con el empleo de la bóveda tabicada a la catalana, concretamente en la nave de la Iglesia, así como higienistas y funcionales. El Colegio se emplaza aislado en una manzana completa del Ensanche de Salamanca, cerrado con un muro de fábrica sobre zócalo de cantería, interrumpido en el acceso, al que flanquean sendos pabellones de portería, de un solo piso y cubiertos con eclécticas mansardas de pizarra. En el mismo eje de ingreso se encuentra la entrada al edifico, un extenso volumen de cuatro alturas y planta simétrica en peine, paralelo a la calle, y tres pabellones transversales a modo de torreones, y la Capilla, centrada, de nave única y estructura goticista. Su imagen exterior es predominantemente neomudéjar, dificultando su adscripción a un determinado estilo. Destacan en ella los piñones escalonados que rematan los cuerpos centrales y laterales y la ordenada ornamentación, como se observa en las guarniciones de huecos, impostas, cornisas, etc.