Patrimonio cultural y paisaje urbano

En los años sesenta se urbanizó la franja de terreno que quedaba entre las tapias de las quintas de Torre Arias y de los Molinos, lindantes ambas con la antigua carretera de Aragón, hoy calle de Alcalá. Se inició la construcción por la parte sur de ese sector, a partir de la calle de Alcalá, donde se construyeron los primeros bloques del conjunto, que fueron destinados a personal empleado de Ensidesa. En el giro de la avenida central hacia ese nuevo barrio, creado por el Instituto Nacional de Industria (I.N.I.), se instaló una escultura monolítica de hormigón que presenta todos los rasgos de los murales que por aquel momento realizaba el escultor albaceteño –de Almansa– José Luis Sánchez Planes.
Este artista, como todos los de su generación, estuvo al corriente de las vanguardias europeas a través de estancias sucesivas en París, Roma y Milán, aunque su maestro reconocido fue Angel Ferrant. Su trayectora ha estado muy ligada a la obra de los arquitectos, con numerosas intervenciones de escultura aplicada en arte sacro, murales, celosías y puertas, como las que en Madrid lucen las iglesias de los Sagrados Corazones, en la plaza del mismo nombre, y la de San Francisco Javier en el barrio de Tetuán, o en el edificio de Caja de Madrid de la calle Eloy Gonzalo. En 1986 fue nombrado miembro numerario de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.