Patrimonio cultural y paisaje urbano

Cuando el arquitecto Fernando García Mercadal construyó en 1956 el edificio Lima en la plaza del mismo nombre, quedó un pequeño espacio libre del lado de la Castellana, que se urbanizó con un espléndido pavimento de fragmentos de mármol y unos rectángulos ajardinados. En el más amplio de ellos se instaló una escultura en piedra blanca de una “Llama del Perú”, rememorando a ese entrañable animal tan característico del país andino.
El autor de la obra es el escultor José María Palma Burgos, que nació en Málaga en 1928, y es hijo del célebre imaginero Francisco Palma García y hermano del también imaginero Francisco Palma Burgos, con quien durante muchos años compartió taller en Madrid, donde estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando; contando en su haber con obras como las esculturas que decoran el jardín del Parque de las Naciones en la calle Guzmán el Bueno, y con una importante labor en la restauración de monumentos dañados en la Guerra Civil, como el dedicado a Concepción Arenal en el parque del Oeste.