Puerta Colonia de la Prensa
Colocada la primera piedra de la Colonia de la Prensa en 1913 por el rey Alfonso XIII, se estima 1915 como la fecha de erección de esta singular puerta, junto con la bella coronación de la placa identificativa superior.
Como hito y emblema de la colonia, conmemora y simboliza en clave formal de muy altas cotas estéticas las referentes poéticas y culturales que inspiraron la creación de un conjunto residencial destinado a periodistas, escritores y poetas, marcado por influencias modernistas y sezesionistas, configurado como una isla remota de las lejanas periferias de la capital, cuando el actual barrio de Carabanchel era todavía un pueblo rural y de segunda residencia para madrileños acomodados, con abundancia de palacetes de la nobleza.
Constituida en 1910, la Agrupación de profesionales del periodismo y las letras "Los Cincuenta", pronto pasaron a denominarse Asociación Benéfica Cooperativa de Construcción de Viviendas Baratas "Colonia de la Prensa" y fueron pioneros en acogerse a la Ley de Casas Baratas de 1911 sobre estos terrenos situados entre ambos Carabancheles y propiedad de Federico Grases. Como refiere Paloma Barreiro, la puerta, de gran interés arquitectónico, estaba situada al principio de la antigua calle llamada de Mediodía, y era el apeadero del tranvía.
Autores
LÓPEZ BLANCO, Felipe Mario (Arquitecto y diseñador )
Fecha
1911
Datos de localización y contacto
- Dirección
- C Rodríguez Lázaro, 1 MADRID
- Madrid
- España
- Barrio / Distrito
- PUERTA BONITA / CARABANCHEL
- PROYECTO DE RESTAURACIÓN DEL ACCESO A LA COLONIA DE LA PRENSA: RIVERO VÁZQUEZ, Manuel. Jefe de Sección: Restauración, 9.824.000 Pts, COLONIA DE LA PRENSA, Artes Conde Duque catalogado A.V., Sección de Estética Urbana y Conservación de Monumentos, ARBU, S.A., Ayuntamiento de Madrid, 10.000.000 Pts, 01/10/1990, Artes Conde Duque catalogado A.V.,
Descripción formal
Puerta constituida por una marquesina central y dos torres o garitas que la flanquean a ambos lados, provistos los tres elementos de un repertorio de motivos decorativos de claras influencias regionalistas y modernistas. Las torres son gemelas, de esbelta traza y dos plantas separadas por una sencilla imposta, con paramentos de ladrillo revocados en simulación de sillería, pero con muy diverso tratamiento. La planta baja, muy sobria, presenta un zócalo de color gris y muros acabados en tonos marrones con esquinas recercadas; los laterales son ciegos, pero la cara exterior se perfora en el eje con dos estrechos huecos verticales que, separados por un parteluz y abrazados por un antepecho común, forman una unidad protegida por un inclinado tejadillo metálico volado sobre tres jabalcones; la puerta de acceso, rectangular y alargada, con un simple pero decorativo dintel, asimismo rectangular y de corte geométrico, se abre en la cara interior, precedida de una pequeña plataforma accesible por una corta escalera desplazada a un lateral, protegido éste por un poyete horizontal y enfatizado por una gruesa pilastra adosada al paramento con ornamentación Sezesión.
Mientras en la planta baja predomina lo arquitectónico y lo masivo, la superior, revocada en tono claro, de mayor altura y esquinas truncadas, concentra, junto a la marquesina, el espíritu ornamental que preside el conjunto; dos estilizadísimos huecos verticales, culminados en arco de medio punto con un vistoso recercado en ladrillo con solución de continuidad, se abren igualmente en las caras anterior y posterior y se fragmentan en dos cuerpos superpuestos mediante un balconcillo de hierro forjado intermedio; un sencillo hueco rectangular ocupa por su parte la zona interna de la cara interior; en cuanto a la decoración, el perímetro inferior del piso está recorrido por una doble banda de ladrillo de la que arrancan unas composiciones de este material diseñadas como unidades geométricas complejas de disposición vertical e influencia mesoamericana que en los frentes principales enmarcan en pareja los ventanales, en los laterales internos flanquean unitariamente su único vano y en los laterales externos configuran una greca de tres elementos más sencillos, como en el caso anterior.
Termina la composición de las fachadas la volada y arqueada cubierta de finísima sección y estructura metálica vista que se refuerza por bellos jabalcones de hierro forjado anclados en las esquinas truncadas y que se interrumpe en el centro por un pequeño altillo bajo mínima cubierta a dos aguas, también volada y con canecillos vistos, sobre un mínimo hueco en óculo, recercado en ladrillo y situado sobre el eje del correspondiente ventanal. Entre ambas torretas se dispone la marquesina central, de directriz recta y disposición en pendiente, con los nervios metálicos vistos y soportada por dos vigas, igualmente vistas, que apoyan en los extremos en sendas ménsulas escalonadas y de perfil curvilíneo, con adornos de escayola y dibujos ornamentales, adosadas a los muros laterales interiores del porche configurado.
En el eje, proyectado hacia el exterior, se recorta el perfil del elemento más destacado del conjunto de la puerta: la excepcional lápida exenta y policroma que denomina la Colonia. Se trata de un mosaico de baldosas cerámicas cuadradas, de 0,15 m de lado y color amarillo, inscrito en un doble cerco metálico elipsoidal de traza horizontal formado por un fino entramado superpuesto al mosaico y en el que se insertan medallones circulares alusivos a efigies de artistas, poetas y escritores, en clave idealista y romántica, coronándose por una suerte de ligera crestería en filigrana de hierro forjado a base de motivos de índole vegetal, geométrica y abstracta. Sobre la cerámica amarilla, las palabras pintadas COLONIA / DE LA / PRENSA ocupan el lugar principal, rodeadas de una rica iconografía con elementos vegetales y animales fantásticos y antropomórficos, semejante a la que puebla el murete rectangular recibido sobre la marquesina que sirve de apoyo a la lápida; los caracteres de la inscripción y los referidos dibujos complementarios van pintados en el característico color azul de la cerámica de Talavera.
Finalmente, hay que mencionar sobre el muro interior derecho del zaguán bajo el arco de ingreso la presencia de una espléndida lápida dedicada a Rodríguez Lázaro, de estética asimismo modernista, como toda la que inspira la Colonia y prototipo de las placas que se instalaran en sus viales interiores a modo de callejero.
Dimensiones
9,00 x 12,00 x 3,50 m.Garitas: 9,00 x 3,50 x 3,50 m.Porche: 4,50 x 5,00 x 3,50 m.Lápida: 1,08 x 2,40 m.
Materiales
Cerámico (ladrillo y baldosín), metálico (hierro forjado), revocos y escayola.
Propiedad
Privada.