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San Fernando (Fernando III el Santo)

Estatua

Situada  sobre el puente de San Fernando, al borde del antiguo camino de El Pardo y de la carretera de La Coruña que comunicaba las dos Castillas, los orígenes de la estatua de Fernando III el Santo así como de la de Santa Bárbara (enfrentadas ambas desde su posición encaramada a sendos pedestales levantados a su vez sobre los pretiles laterales del puente) permiten especular, pese a las dificultades de comprobación documental, su vinculación con las obras y el propio autor del puente que ha llegado a nuestros días, el maestro arquitecto e ingeniero Jaime Bort Meliá.
Desde los remotos orígenes del llamado Puente Verde de madera y el desfile de fechas y autorías que se vinculan a su historia y a su sustitución por éste de piedra, llegamos a la culminación de su definitiva formulación, llevada finalmente a efecto por Bort, que se encuentra en la Corte desde 1748 aunque ya se intentara reedificar el puente a partir de 1746, y quien fuera hacedor de la fachada de la catedral de Murcia y, al parecer, de algunas de sus estatuas, elegido a la sazón entre varios optantes a la obra por el corregidor de Madrid, marqués de Rafal, para concluir el debate que siguiera al arruinado Puente Verde de madera y encontrando su proyecto y su persona como los más acertados para acometer la empresa. La historiografía de ambas estatuas es inseparable y se vincula  pues a la evolución de la peripecia histórica de este puente, cuyas obras se inician en 1749 y concluyen en 1750. Según refiere Pilar Corella, en un documento emitido por Agustín de Ordeñana, del Consejo de Su Majestad en el Real de Hacienda, en la fecha de octubre de 1750, cuando ya se había despedido a casi todos los obreros y sólo quedaban 30 peones para tareas complementarias y cuatro oficiales para perfeccionar las estatuas, consta que “ya han tenido tiempo sobrado para acabar las estatuas, advirtiendo el arquitecto que si no quedan con la perfección debida se trabajará en ellas por su cuenta hasta que la tengan”. Debe pues admitirse 1750 como fecha final de la erección de las estatuas, por otra parte legible todavía por Elías Tormo en sus pedestales (y hoy desaparecida) y atribuibles éstas al propio Jaime Bort y no a su hermano Vicente, como apuntaba anteriormente María Luisa Tárraga.

Fecha

1750

Galería de imágenes

Estatua
Otros componentesEl pretil del puente, de 0,80 m. de alto y 0,35 m. de profundidad, se constituye en la parte inferior del pedestal de la estatua, estructurándose, a modo de basamento, con un frente sobresaliente de 0,83 m. de ancho, flanqueado por dos planos laterales de 0,235 m. de ancho en correspondencia con el ancho de las volutas superiores y alineados con la superficie general del pretil. El fondo es también coincidente con el del pedestal: 0,90 m.
Configuración pedestalLa estatua apoya sobre un pedestal de sillería granítica, virtualmente prismático, labrado y moldurado en disposición perimetral por una alta imposta con hendidura central que, en el frente principal, se curva axialmente de forma convexa en los laterales y cóncava en el centro, alzándose en el eje hasta la cota de la breve cornisa de remate. Interiormente, se disponen en dicho frente otras molduras concéntricas a ésta y en fina filigrana que configuran tres paños en planos rehundidos hasta enmarcar uno central, algo más sobresaliente, que aloja una inscripción con caracteres ligeramente incisos y pintados o, más bien, repintados en negro, con el texto: “SAN FER / NANDO /  III / REY”, aunque consta documentalmente que la leyenda fuera “SAN FERNANDO”. El pedestal descansa a su vez mediante sendos cuerpos laterales de granito, moldeados como macizas volutas, sobre el pretil corrido del puente, que se ensancha en este lugar para fundir la composición de la peana con el trazado lineal del referido pretil en ambigua figuración.
Material: Pétreo (granito).
Dimensiones: 1,10 x 1,30 x 0,90 m.
Descripción formal

La estatua de Fernando III el Santo se erige sobre el pretil izquierdo (desde el acceso de la carretera de La Coruña) del puente de San Fernando, enfrentada a la de Santa Bárbara, siendo ambas un homenaje contemporáneo al rey Fernando VI y a su esposa Bárbara de Braganza. Se trata de una figura barbada en piedra caliza, de cuerpo entero y en pie, y representa al monarca castellano en gallarda actitud, con los brazos ligeramente levantados como en arenga o señal de victoria, pues el pie derecho pisa la cabeza de un vencido musulmán en la guerra de la Reconquista; va coronado y vestido con traje de época de corta faldilla, amplia capa hasta los pies y calzas. La figura apoya sobre una baja e irregular base poligonal de caliza (en realidad, de tendencia cuadrada de 0,70 x 0,70 m con las esquinas achaflanadas) y el conjunto se sustenta sobre un pedestal arquitectónico y ornamentado con sobriedad de sillería de granito.

Dimensiones

2,15 x 1,00 x 0,70 m.

Materiales

Pétreo (caliza).

Propiedad

Municipal.

Ficha en formato PDF

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