Saltar navegación

Galería de grutas del jardín de Felipe II

Edificación singular

Atribuida habitualmente a Juan Bautista de Toledo, arquitecto fallecido en Madrid en 1567, esta galería de grutas, conocida también como “La Lonja”, se construyó en tiempos de Felipe II como un ala adjunta a la casa de campo de los Vargas, que fuera adquirida por el monarca en 1562 a su anterior propietario, don Fadrique de Vargas, y transformada por el susodicho arquitecto en una villa-palacio de recreo. Como ésta, se encuentra situada en el cuartel sudeste de la Casa de Campo, en el frente abierto al río Manzanares y a la estación intercambiadora de Príncipe Pío. Según conclusión de Pedro Navascués, Carmen Ariza y Beatriz Tejero, en base a datos descriptivos comprobantes a través de un probable plano del siglo XVIII de algún tipo similar, constituirían en su origen un típico espacio de porte renacentista y traza biabsidal. A lo largo del XVIII, se levantaron sobre tan singularísima construcción viviendas para los guardias y jardineros del palacete. Parte del conjunto debió de derrumbarse en el siglo XIX y en uno de sus bordes se edificó la sede de la Guardia.
Resulta obvio el interés y la excepcionalidad históricos de la Galería de las Grutas por su vinculación directa a la obra monumental y a los jardines promovidos por Felipe II en la Casa de Campo.

Fecha

Posterior a 1562

Datos de localización y contacto

Galería de grutas del jardín de Felipe II
Dirección
Pº  Embarcadero,  MADRID 
Madrid
España
Barrio / Distrito
CASA DE CAMPO / MONCLOA-ARAVACA
Guardar en mi libreta de direcciones
Descripción formal

La Galería de las Grutas se concibió como un volumen de planta única y cubierta de pizarra extendido en disposición lineal rectangular y en secuencia de diversas salas o estancias abovedadas, con arcos de acceso en su exterior y muy ornamentados en su interior, como la Sala del Mosaico y la Sala de Burlas, contando además con una fuente o manantial dentro de una gruta artificial. Espacio de porte renacentista de traza biabsidal, Pedro Navascués, Carmen Ariza y Beatriz Tejero lo desciben como “compuesto de cinco tramos abovedados, siendo cada uno de ellos independiente de los demás y, a su vez, distanciados de los muros perimetrales, de tal suerte que se convierten en cinco unidades cuyas bóvedas rebajadas tienen sus propios soportes, que en el tramo central e inmediatos se resuelve con columnas y en los extremos con pilares. El eje transversal, que venía a coincidir con el eje de la fachada lateral de la Casa [de Vargas], lleva además una exedra poligonal en cuyo fondo se abre un paso escalonado hacia las huertas”. Los elementos sustentantes son de orden toscano, con basas peraltadas, y entre ellos, dos túmulos rectangulares erosionados por el tiempo sobresalen del suelo, rehundido medio metro respecto al terreno circundante. La finura de la ejecución del ladrillo ha sido atribuida a albañiles orientales, evocando el excepcional conjunto la espacialidad de un templo bizantino. Sobre algunos paños se observan molduras con sirenas y también hornacinas vacías que pudieron en su día alojar sendas imágenes.

Dimensiones

Aproximadamente, 30 m de longitud por 7 m de anchura.

Materiales

Cerámico (ladrillo) y pétreo (granito y pizarra).

Propiedad

Municipal.

Ficha en formato PDF

Subir Bajar