José Ignacio Rivero

José Ignacio Rivero fue director del periódico españolista Diario de la Marina, décano de la prensa cubana. Su monumento fue promovido por el escritor y periodista Víctor de la Serna y levantado en este lugar en 1954.
Parques
Fecha
1954
- FERNÁNDEZ DELGADO, Javier y MIGUEL PASAMONTES, Mercedes y VEGA GONZÁLEZ, María Jesús: La memoria impuesta: estudio y catálogo de los monumentos conmemorativos de Madrid (1939-1980). Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 1982
- ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, Miguel: Memoria Monumental de Madrid: Guía de estatuas y bustos. Madrid: La Librería, 2003
- SANZ GARCÍA, José María: Esculturas. Enciclopedia de Madrid, Madrid: Giner, 1988,
- FERNÁNDEZ DELGADO, Javier y MIGUEL PASAMONTES, Mercedes y VEGA GONZÁLEZ, María Jesús: Informe sobre los monumentos conmemorativos de Madrid. 1939-1979. El Viso, nº 66, 1980, 71-73
Descripción formal
Sobre una plataforma circular, suavemente aterrazada mediante cuatro peldaños y un murete de piedra de granito de rústica talla, se levanta este singular monumento en el que el homenajeado se representa de pie y sobre un colorista fondo alusivo a la vida, tipos y paisajes de la isla de Cuba, con la particularidad de que todo está realizado en mosaico de teselas de vidrio coloreado, a modo de mural sobre una pared curva y ataludada, chapada de piedra blanca.
Una inscripción incisa en la parte superior del frontis, da los datos básicos del protagonista del monumento: 1895–1944 / José I. Rivero / director del “diario de la marina” / decano de la prensa de cuba / “el periodismo es en lo externo una progresión / y en lo interno un sacerdocio”.
La configuración del monumento es muy peculiar y típica de los modernos estilos “tropicalistas” y exóticos de los años cincuenta, más presentes en los murales ornamentales de portales, vestíbulos y locales comerciales que en los monumentos públicos. El valor artístico de la obra es modesto y se halla sobre todo en su corrección, pero la implantación paisajística que tiene dentro del parque es ejemplar, al integrarse con gran cuidado sobre una colina del mismo. La circularidad que recoge el giro de los dos caminos y la acotación que hace de un ámbito de respeto mediante líneas de muro y peldaños de piedra rústica de granito perdidos con gran naturalidad entre el césped, dan una lección de entendimiento del lugar y de equilibrio entre arquitectura y naturaleza que no son habituales en los modernos parques paisajistas de la segunda mitad del siglo XX.
Dimensiones
3,50 x 0,75 x 5,00 m.
Materiales
Pétreo (caliza); otros (teselas de vidrio).
Propiedad
Municipal.