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Templete elíptico del Parque de El Capricho

Edificación singular

El templete elíptico de El Capricho, que desde las primeras décadas del siglo XIX contiene una escultura del dios Baco, es una las construcciones más destacables y hermosas del parque de la Alameda de Osuna, declarado en 1934 Jardín Artístico, hoy Bien de Interés Cultural como Jardín Histórico.
Fue realizado entre 1786 y 1789 durante la primera fase de ejecución del jardín, en tiempos de Doña María Josefa de la Soledad Alonso-Pimentel y Téllez Girón (1752-1834), condesa-duquesa de Benavente y duquesa de Osuna, quien entre 1784 y 1834 fue la principal promotora de El Capricho. Ignoramos a quién se debe su diseño (quizá a alguno de los jardineros franceses contratados por la duquesa), aunque su ejecución debió de correr a cargo de alguno de los arquitectos españoles activos en la finca por aquellos años (Mateo Guill, Manuel Machuca y Mateo Medina, principalmente), con quienes colaboraron el escultor José Guerra, responsable de varios adornos menores, y el marmolista Ramón Pardo, autor de los bancos del interior. Esta singular arquitectura de jardín, de gran valor paisajístico e inspirada en los templetes presentes en los jardines neoclásicos o de estilo inglés (también llamados anglo-chinos), albergó en un principio una estatua de la diosa Venus, en concreto, una Venus de Médicis de estilo neoclásico realizada entre 1793 y 1797 por el escultor Juan Adán, que fue trasladada a comienzos del siglo XIX a la cercana construcción conocida como el Abejero.
Originalmente, el templete tenía una cúpula de fábrica, pintada en su interior con casetones, que se demolió o derribó alrededor de 1810 y no fue nunca reconstruida.

Autores

GUERRA, José (Escultor)

PARDO, Ramón (Marmolista)

Fecha

1786

  • GEA ORTIGAS, María Isabel: Guía del patrimonio cultural de Madrid. Madrid: La Librería, 2000
  • NAVASCUES PALACIO, Pedro: La Alameda de Osuna: una villa suburbana. Revista de Estudios. Pro Art, nº 2, abr, 1975, 6-26
Descripción formal

Esta obra es una de las creaciones más sobresalientes del todo el conjunto de El Capricho. Frente a alguno de sus precedentes inmediatos, el templete de la Alameda de Osuna exhibe una imagen menos academicista y, en consecuencia, más original. Ello se debe a su particular aspecto barroco, más adecuado para un jardín paisajístico que la rígida ortodoxia neoclásica, lo que constituye, además, uno de sus rasgos más singulares debido a los criterios tan imaginativos y eclécticos que el autor manejó en una libre interpretación del lenguaje clasicista.
Asentado sobre una colina y erigido sobre un podio escalonado de cinco gradas de piedra berroqueña, que contribuyen a resaltar aún más su esbelta y monumental presencia, el templete se levanta sobre una planta oval, inequívocamente barroca, de la que parten doce columnas de orden jónico moderno con collarines grecados (fustes de granito y zócalos, basas y capiteles de piedra caliza de Colmenar), agrupadas en cuatro tríos en función de la mayor anchura de los intercolumnios axiales determinados por los ejes de la elipse. Estos ritmos alternantes crean un acertado dinamismo visual, que ofrece una imagen cambiante del templo según el punto de vista, además de permitir una mejor contemplación de la escultura de Baco que hay en su interior, una talla de autor desconocido que sustituyó a la original escultura de Venus. Las columnas soportan un incongruente entablamento dórico (con arquitrabe, triglifos y cornisa de caliza y friso de granito), que en su momento coronaba una cúpula de fábrica pintada con casetones, hoy desaparecida. Gracias a esta pérdida, sin embargo, el templete ofrece la imagen de una ruina accidental –no fingida–, que se integra perfectamente en el contexto romántico del jardín paisajista.
En su interior, solado con mármol de dos tonalidades, se encuentran cuatro bancos curvos realizados en mármol gris, desde los que se disfrutan unas amplias perspectivas de la zona del parterre, la plaza de los Emperadores, el jardín inglés e incluso el palacio, lo que le convierte en uno de los lugares más privilegiados del recinto.

Dimensiones

7,00 x 10,35 x 9,30

Materiales

Pétreo, granito, caliza y mármol

Propiedad

Municipal

Ficha en formato PDF

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