Túnel de Bonaparte. Panel informativo
Una lápida metálica de grandes dimensiones marca la embocadura del llamado Túnel de Bonaparte, por así haberlo encargado el rey José Bonaparte al arquitecto Juan de Villanueva en 1811.
La finalidad original del Túnel fue la de conectar el Campo del Moro, desde el eje que arranca de la fachada oeste del Palacio de Oriente, con la residencia también real de los Vargas en la Casa de Campo. Se trata de una secuencia y conexión espacial, ya ansiada por Felipe II que debía enlazar el recinto de caza menor anexo al Palacio con el de caza mayor de la Casa de Campo, finca esta última que el propio rey compró a los Vargas. Dicho enlace quedó en parte bloqueado con el trazado elevado del Paseo de la Ermita de la Virgen del Puerto, primero por Pedro de Ribera y luego por Sabatini, lo que exigió la construcción en 1811 de un túnel por debajo del Paseo de uso exclusivo para los monarcas. A la salida del Túnel un puente provisional de madera, también privado, cruzaba el Manzanares hacia la Casa de Campo, que vendría a ser luego sustituido por el actual Puente del Rey.
Con el advenimiento de la II República y la conversión de la Casa de Campo en parque urbano, el Túnel se abrió al público en 1931 y se promovieron trabajos de adaptación de sus entradas y entorno inmediato. La construcción de la M-30 taponó la salida hacia el Río del Túnel y trajo consigo su abandono. En 2004, con el soterramiento de las vías de la M-30 y la construcción de ramales de entrada y salida se pudo liberar el antiguo acceso desde el Manzanares, con el inconveniente de que el Túnel ha quedado encajado entre las galerías subterráneas de la operación. En 2011, el Ayuntamiento de Madrid decidió construir a la entrada del Túnel un pabellón integrado estéticamente en el entorno de Madrid-Río, con el fin de, en un futuro, posibilitar dicho paso de nuevo a la ciudadanía. A la espera de ese momento, la lápida colocada en 2011 conmemora, además de sus dos siglos de existencia, la ubicación precisa del Túnel desde el entorno ajardinado del Manzanares.
Como toda la actuación integral de Madrid-Río y otras lápidas instaladas en diferentes puntos monumentales del Manzanares, su diseño pertenece al grupo MRío Arquitectos asociados y West 8, mientras que la ejecución corrió a cargo de la empresa Argo Neon.
Fecha
2011
Datos de localización y contacto
- Dirección
- Pº Ermita de la Virgen del Puerto, MADRID
- Madrid
- España
- Barrio / Distrito
- PALACIO / CENTRO
Descripción formal
Ubicada en el lugar exacto de su salida hacia el Manzanares, la lápida conmemorativa de los 200 años de la existencia del Túnel, lleva por título: TÚNEL DE BONAPARTE 1811-2011. Por debajo del encabezamiento, figura en vertical el Plano parcelario de 1874 de Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero en el que se marcan los elementos arquitectónicos y paisajísticos más destacados en el eje que conecta el Palacio Real con la Casa de Campo a través del Túnel. Se muestra así la conexión visual y perspectívica existente entre ambas residencias, que quedaba enfatizada asimismo mediante diferentes hitos urbanos, como las fuentes del Campo del Moro, los parterres del ajardinamiento, el Puente del Rey o el Túnel mismo. Algunos de los más reseñables aparecen en la lápida remarcados mediante piezas montadas sobre la base impresa del plano, como, por ejemplo, el Palacio Real o la Casa de los Vargas.
En la parte inferior se relata de un modo abreviado la importancia histórica de este paso privado entre ambos recintos reales, dado que José Bonaparte trasladó su residencia al palacete de la Casa de Campo para aislarse de la ciudad y conseguir la seguridad que el entorno urbano del Palacio no le proporcionaba. Se describe cuales fueron sus creadores y las intervenciones más destacadas que se le han ejecutado, incluyendo la última asociada al proyecto de Madrid-Río.
Más abajo y a modo de zócalo de unos 50 cm de altura, la superficie de la lápida adquiere un aspecto ranurado que se corresponde con el de otras placas y elementos decorativos o de revestimiento del entorno de Madrid-Río. Se trata de una textura de líneas verticales en relieve que puede apreciarse en muchas partes del parque, a modo de acabado unificador de todos sus elementos metálicos.
La ubicación de la lápida se corresponde con el final de un muro ciego, de contención de tierras por un lado y de cierre precisamente del Túnel, por otro, cuya directriz es aproximadamente perpendicular al eje del Túnel. Se trata de un muro en cuña que acompaña a una rampa de descenso desde la Glorieta de San Vicente hasta el propio parque. Por otra parte un paso pavimentado, perpendicular al Río y que arranca desde el Puente del Rey, ofrece una vista ascendente y frontal de la lápida en el punto exacto donde debería aparecer la embocadura del Túnel. Perpendicular al muro donde se inserta la lápida se encuentra la entrada funcional al Túnel, en la actualidad clausurada, realizada en acero del mismo tono que la lápida, de modo que toda la esquina del muro de granito queda materializada con el acabado metálico.
El material de la lápida es acero inoxidable de acabado mate, con las letras principales incisas en su superficie. Los planos y leyenda están impresos en la superficie, mientras que algunos elementos del plano se significan con planchas recortadas y adheridas a la superficie de la plancha.
La lápida lleva por título TÚNEL DE BONAPARTE 1811-2011. Por debajo se representa en formato vertical, impreso sobre la base lisa de la plancha de acero de soporte, una porción del plano de 1874 de Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero. En el plano se indican mediante llamadas los puntos más relevantes del eje que conecta el Palacio Real con la Casa de Campo, entre ellos el Túnel de Bonaparte.
Tras el plano, la placa presenta en su tercio inferior una descripción incisa sobre la superficie de acero en la que se puede leer:
EL PALACIO REAL DE MADRID O PALACIO DE ORIENTE SE CONSTRUYE ENTRE 1738 Y 1764. LOS TERRENOS QUE SEPARAN EL PALACIO DEL RÍO MANZANARES, CONOCIDOS HOY COMO CAMPO DEL MORO, FUERON OBJETO DE SUCESIVOS DISEÑOS QUE NUNCA LLEGARON A REALIZARSE. FINALMENTE, EN 1844, EL ARQUITECTO NARCISO PASCUAL Y COLOMER LLEVA A CABO LA PRIMERA ACTUACIÓN PAISAJÍSTICA EN ESTE LUGAR, AL CONSTRUIR EL PRINCIPAL EJE VERDE QUE UNE LA FACHADA DE PONIENTE DEL PALACO CON LAS RIBERAS DEL RÍO.
CON ANTERIORIDAD, EN 1810, JOSÉ BONAPARTE, NOMBRADO REY DE ESPAÑA POR SU HERMANO NAPOLEÓN, ENCARGA A JUAN DE VILLANUEVA, ARQUITECTO DEL MUSEO DEL PRADO, EL PROYECTO DE UN TÚNEL EN LA LÍNEA QUE UNE DE ESTE A OESTE EL PALACIO REAL CON LA CASA DE CAMPO. ESTE PASO PERMITIRÍA EL ACCESO AL PALACETE LLAMANDO CASA DE VARGAS, LUGAR DONDE EL MONARCA HABÍA FIJADO SU RESIDENCIA POR RAZONES DE SEGURIDAD.
EL TUNEL, DE ESTILO NEOCLÁSICO, SE EXCAVA EN 1811 BAJO LA AVENIDA DE LA VIRGEN DEL PUERTO, ELEVADA ARTIFICIALMENTE PARA PROTEGER EL PALACIO DE LOS DESBORDAMIENTOS DEL RÍO. EN 1891 FUE REFORMADO POR EL ARQUITECTO ENRIQUE REPULLÉS, SEGÚN EL ESTILO ROMÁNTICO DE LA ÉPOCA. EN 2011 SE RESTABLECE EL TRÁNSITO PEATONAL ENTRE EL CAMPO DEL MORO, EL RÍO MANZANARES Y LA CASA DE CAMPO GRACIAS A LAS OBRAS DE REHABILITACIÓN DEL PUENTE DEL REY Y A LA CONSTRUCCIÓN DE UN PABELLÓN DE ACCESO AL TÚNEL.
La lápida se inserta en el aplacado de granito del muro de contención y de cierre del Túnel se despliega en vertical desde el borde inferior de la albardilla de remate del muro hasta el suelo con una altura total de 3,80 m y una anchura de 1,54 m.
En la parte inferior se relata de un modo abreviado la importancia histórica de este paso privado entre ambos recintos reales, dado que José Bonaparte trasladó su residencia al palacete de la Casa de Campo para aislarse de la ciudad y conseguir la seguridad que el entorno urbano del Palacio no le proporcionaba. Se describe cuáles fueron sus creadores y las intervenciones más destacadas que se le han ejecutado, incluyendo la última asociada al proyecto de Madrid-Río.
Más abajo y a modo de zócalo de unos 50 cm de altura, la superficie de la lápida adquiere un aspecto ranurado que se corresponde con el de otras placas y elementos decorativos o de revestimiento del entorno de Madrid-Río. Se trata de una textura de líneas verticales en relieve que puede apreciarse en muchas partes del parque, a modo de acabado unificador de todos sus elementos metálicos.
La ubicación de la lápida se corresponde con el final de un muro ciego, de contención de tierras por un lado y de cierre precisamente del Túnel, por otro, cuya directriz es aproximadamente perpendicular al eje del Túnel. Se trata de un muro en cuña que acompaña a una rampa de descenso desde la Glorieta de San Vicente hasta el propio parque. Por otra parte un paso pavimentado, perpendicular al Río y que arranca desde el Puente del Rey, ofrece una vista ascendente y frontal de la lápida en el punto exacto donde debería aparecer la embocadura del Túnel. Perpendicular al muro donde se inserta la lápida se encuentra la entrada funcional al Túnel, en la actualidad clausurada, realizada en acero del mismo tono que la lápida, de modo que toda la esquina del muro de granito queda materializada con el acabado metálico.
El material de la lápida es acero inoxidable de acabado mate, con las letras principales incisas en su superficie. Los planos y leyenda están impresos en la superficie, mientras que algunos elementos del plano se significan con planchas recortadas y adheridas a la superficie de la plancha.
Ubicada en el lugar exacto de su salida hacia el Manzanares, la lápida conmemorativa de los 200 años de la existencia del Túnel, lleva por título: TÚNEL DE BONAPARTE 1811-2011. Por debajo del encabezamiento, figura en vertical el Plano parcelario de 1874 de Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero en el que se marcan los elementos arquitectónicos y paisajísticos más destacados en el eje que conecta el Palacio Real con la Casa de Campo a través del Túnel. Se muestra así la conexión visual y de perspectiva existente entre ambas residencias, que quedaba enfatizada asimismo mediante diferentes hitos urbanos, como las fuentes del Campo del Moro, los parterres del ajardinamiento, el Puente del Rey o el Túnel mismo. Algunos de los más reseñables aparecen en la lápida remarcados mediante piezas montadas sobre la base impresa del plano, como, por ejemplo, el Palacio Real o la Casa de los Vargas.
La lápida se inserta en el aplacado de granito del muro de contención y de cierre del Túnel se despliega en vertical desde el borde inferior de la albardilla de remate del muro hasta el suelo con una altura total de 3,80 m y una anchura de 1,54 m. Inserta en muro divisorio. Situada a ras de suelo. Accesible por medios manuales y a pie de calle.